jueves, 31 de julio de 2014

Touched



I, I looked into your eyes and saw a world that does not exist.
I looked into your eyes and saw a world that i wish i was in.

I'll never find someone quite as touched as you;
I'll never love someone quite the way that i loved you.

#Entreloépicoyelsusurro

There's a Leli who's sure,
he who glitters is gold,
and she's buying a stairway to Hades. 


La postrera sombra que vino a cerrar mis ojos llegó un lunes por la tarde, en la forma de un mensaje de Facebook. Alexander, el mismo Alexander que me había felicitado por mi nota el sábado dos días antes, me había escrito para decirme que estaba muerto. Sorry.

No podía entenderlo. ¿Cómo podía estar muerto? Hacía menos de una semana había estado en mi casa, había cambiado una guardia el mismo miércoles para verlo, ¡me había pedido que le mandara mi horario, yo todavía tenía en mi piel las huellas de sus dedos! Muerto, y en mi boca el sabor metálico de su traición, en mi espalda roja y escandalosa la sangre del puñal que me había metido.

¿Qué tanto escándalo haces?, me decía a mí misma sentada en la tapa del wáter, echada como inválida en mi cama, ¿acaso no sabías lo que todo esto era? ¿Lo que eras? Nadie te obligó a nada. Anda, sal con Josema, deja que alguien te suelte el pelo y te haga olvidar. A los muertos se les olvida. El deber de los vivos es ponerles una moneda en cada ojo para que puedan pagarle a Caronte el viaje desde la orilla de este mundo hasta las puertas del infierno.

Un buen consejo el mío, olvidar. ¿No había olvidado ya a otros antes? Mas de esotra parte en la ribera no quise dejar la memoria en donde ardía. Decidí yo misma bajar la escalera que lleva al Hades, impertérrita, con lágrimas en los ojos y escritos en la mano. Quería arrodillarme ante los dioses esperando conmoverlos. Quería que me devolviesen a Alexander, como si no recordara que había sido él quien me había dejado. Prefería morir a olvidar que alguna vez él me había hecho sentir viva.

Mi corazón latía violentamente en medio del silencio hecho grito y llegó un momento en el que no pude más con el dolor. No era que lo había olvidado (seguía estando llena de cicatrices con la forma de sus dedos), sino que a pesar de todo tenía que seguir caminando y seguir viviendo. Cerré los ojos y acepté la invitación de un arcángel que se cruzó en mi camino para juntos entrar a la locura del teatro mágico. Pero por más intensas que fueran las ilusiones que vivía adentro no podía olvidar la realidad que me había dejado atrás. Seguía en el Hades, rodeada de muerte, pero el recuerdo de Alexander sólo podía hacerme desear la vida.

Le escribí por última vez, deseándole todo bien en esa nueva etapa de su vida y confesándole que mi más profundo deseo para él era que un día estuviese sentado en una sala de cine y que debajo de "director" saliese su nombre. Me quedé quietecita ahí esperando, sin moverme y con los ojos cerrados, sin querer despertar porque de repente todo era un sueño. No respondió. Yo había bajado hasta la sima del Hades a buscarlo y lo único que había encontrado era silencio, el mismo silencio oscuro que siempre había existido entre nosotros. Di media vuelta, aún sabiendo como sabía que si hubiese de morir en el intento y mi cuerpo arder en ese infierno el polvo en el que se habría de convertir mi médula seguiría enamorado de él.

¿Cómo sigo queriendo, me preguntaba a mí misma, cómo sigo queriendo a quien no me quiere ni ver? ¿Cómo sigo creyendo en que algún día va a volver, como si fuera un mesías? Una palabra suya ya no iba a bastar para sanarme y yo lo sabía, pero mi fe seguía tan incólume e irracional como un monolito negro.

Tenía hambre y sólo estaba viviendo de recuerdos. Se me iba olvidando el olor de su sudor y el sabor de su boca. Alexander me había dejado tranquilamente y era feliz sin mí; la epopeya que yo estaba viviendo era mía por completo. Había seguido llorando en el cuerpo de un muerto, y no importara cuántas lágrimas le derramase, no iba a volver a la vida. La realidad era intransigente.

Me fui cansando de escuchar música vieja. Me di cuenta que para salir del Hades tenía que dejar de mirar hacia atrás; ya ni siquiera podía recordar su cuerpo. No estaba sola en mi viaje; formidables fantasmas me miraban desde arriba, desde lejos.

Toda clase de arrepentimientos me asaltaron en mi camino. ¿Cómo me había permitido quedarme ahí tanto tiempo? ¿Cuántas oportunidades había dejado que pasaran, de cuánta felicidad me había perdido? ¡Cuánto tiempo que no iba a volver! Lo más difícil de salir del Hades no fue olvidar a Alexander sino perdonarme a mí misma el haber decidido sacrificar tanto por su regreso.

¿Cuánto había dado, cuánto, cuánto había desperdiciado esperándolo? Como un general estúpido había iniciado una guerra sin importarme la logística, emocionada por las medallas que iba a ganarme al valor. Oh, sí, el valor. Mucho valor había tenido al negarme a aceptar lo innegablemente cierto. Me enorgullecía de haber sentido algo tan puro y tan épico, pero no podía evitar la vergüenza al ver cuánto había perdido haciéndolo.

Entonces hice click para ver las fotos de Alexander en Facebook. Quería convencerme de que no todo había sido en vano. Quería volver a sentir esa turbación al ver sus fotos, mi corazón latiendo más rápido, quería excusarme a mí misma que había valido la pena hacer mi incursión al Hades buscando la vida que brillaba en sus ojos color mar. Pero sus ojos eran los de un cadáver: Alexander DeLarge se había convertido hacía tiempo en una figura de roca. Estaba tan muerto que bien podría ser de verdad y no hacer ninguna diferencia.

Grité en silencio algunas veces más, recordándolo no a él sino al fantasma que había vivido en mi alma tanto tiempo, pero ya no era lo mismo. La mística del coloso, el risco del malecón de Porta, todo había sido bonito, sí, pero hacía mucho, mucho tiempo.

Y llegó el día en que salí del Hades, y simplemente no quise voltear a ver si alguien me seguía atrás.

lunes, 14 de julio de 2014

Soundtrack 2014 - II (Q2)

Late, but here. The eventful Q2, and its predominantly classical soundtrack.

1) I don't wanna miss a thing - Aerosmith

La Papafrita and el Pericotito were at Chacla, eating an olive-oil-infused "organic" guacamole, watching some really mess-up TV shows. Dippas were involved. Then, as usual, they started singing, and along came this song. How do you even remember this? And that? And... all? Well... guess i was listening. I love you, you know? I always did.

Yes, i always knew.




2) O quante volte - Bellini, beautifully sung by Natalie Dessay

It's been a long time since we were irreverent girls, thinking we knew better. The Sturm und Drang that felt so incredibly true and honest has made way to thicker, maybe more corrosive sorrows. It's not black and white these days, and it actually never was. And yes, your heart might me breaking, but there are still things you need to do. The world does not end because you're hurt. That doesn't mean that you don't feel, that you're an iceberg. It just means you're a woman, not a child.




3) Do it again - Robyn

It is a truth by me acknowledged that a well-lived year is in need of a Robyn song. This year, it's this one. I know, it doesn't have the subtlest or most complex lyrics, but it does have a point. "We should not be friends. We'll just do it again. If you stay around, we'll just do it again." Well, besides the obvious implications, it also has a very clear statement there: we should not be friends.




4) Caro Nome - Verdi, masterly sung by Maria Callas

You know, this is what best friends are for. Singing Caro Nome while on the city traffic jam between Salaverry and Javier Prado, me crying a bit thinking of my undying love for an imaginary old man.




5) Like a Virgin waltz - Madonna 

Music is meant to be heard live, as weird as it may read from a headphones user. No, i wasn't there, and i know it doesn't feel the same, but i can imagine it. This woman is not young, and it has been a long time since she was a virgin, but she still remembers how it is to give oneself feeling so innocent and pure.





6) Himno Nacional del Perú - Don José de la Torre Ugarte

It had to be the eccentric view of an artist to make me see what deeply rooted is the bitterness my country holds against its once conquerors. But it took a quite centrist view of myself to realize i too have a deeply rooted bitterness inside. A wrong version of Nationalism? Quite improbable, but then again, perhaps. I think it's more about unhealed old wounds, and the scars they haven't yet left behind.


7) Throw me away - Korn, MTV Unplugged

Should i assume someone hears when i pray?
Love, full of hate, don't you know how i break?





8) Largo al Factotum - Rossini
Yes, i know, it's like the fourth classical song in here, but c'mon, classical music is ubiquitous, and Bugs Bunny massaging Elmer's head with all these tonics is unforgettable. I even have a whole post about it, and it's totally getting a second part.

 
 





9) Drunk in Love - Beyonce, Kanye West

Whoa! You will never need another lover! 'Cause you're a MILF and i'm mother*******! Thanks to Leandra Medine for the heads up on this song, a sexual aria about the coolness of marriage and monogamy. Yes, it can be done! This, for me, is a song of hope.



10) The Children - Game of Thrones Soundtrack

Game of Thrones elevates my quality of life. Enough said.