Volví a ver Evangelion después de muchos años. Es interesante volver a
visitar hitos de mi historia, cosas que me marcaron tanto, ver a posteriori cómo
mi vida fue influenciada por ellos.
Viéndolo recordé cómo el Ángel de la guardia dulce compañía había sido
reemplazado por Adam, Lilith y los intentos de Nerv de prevenir el Tercer
Impacto. Cómo la irritante Asuka era una hebra importante de la mecha que
inició mi posterior epopeya Alemana, y cómo su ridículo comportamiento en su
momento me parecía, si bien no razonable, por lo menos justificado.
Ritsuko Akagi y su solitaria vida científica se convirtió en una de mis pesadillas más temidas. Misato Katsuragi y sus desayunos de cerveza me parecían la epítome de la libertad adulta, y en su relación con Kaji encontraba la honestidad de un complicado amor. Todos tenían problemas, pasados, miserias, pasiones. Eran humanos.
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