Estoy sentada pasivamente en mi cama, tomando una cerveza y revisando las actualizaciones del sitio estadounidense al que estoy virtualmente suscrita. El artículo que llamó mi atención fue "Top 10 Residency Interview Questions", y si bien no estoy interesada en hacer mi residencia en USA, leer las preguntas sí me parecía interesante.
Pregunta número uno, en orden de frecuencia: Tell me about yourself.
Well, what can i tell you about myself? Mi identidad se reparte equitativamente entre lo público y lo privado, y no sé cuánto de quién soy sea apropiado para el público en general. ¿Qué puedo decir de mí que no suene ni a un terrible cliché ni a una declaración psicopática? Ha quedado establecido hace tiempo que no estoy en el espectro normal y si bien el no encajar nunca me ha parecido particularmente trágico, llegado el momento de definirme, el no tener referencias cercanas es difícil.
Sin embargo creo que es esta misma dificultad la que me ha hecho tan fácil saber qué soy y qué no. Soy una firme creyente en la equidad en salud y educación. Considero de importancia fundamental la relación que tenemos los humanos con nuestro medio ambiente. Creo en la necesidad de cariño para el buen desarrollo de los niños y de los adultos, creo en la libertad de pensamiento y de expresión y soy taxativamente intolerante con el uso de la violencia como medio para alcanzar el poder.
No soy ni mainstream ni Indie, ni considero que alguno de los dos tenga más mérito que el otro. No sigo las modas, pero si hay que algo que me queda bien y está de moda me gusta usarlo. Me gusta la manera en la que pienso, hablo y escribo, y a menos que sea una extraordinaria contribución afín con mis maneras, no planeo cambiarla por alguien a quien pretenda caerle bien. Aún así, creo que hablar con un niño en términos de adulto es tan improductivo como hablarle a un español en alemán.
Respeto profundamente el ambiente en el que me encuentro, pero no por eso voy a renunciar o negar lo que creo. Mantengo una mente abierta hacia diversas formas de pensar, diversas culturas y diversas estéticas, pero no voy a dudar un segundo en defender los principios por los cuales rijo mi vida. No planeo pelearme con nadie ni cambiar su forma de pensar, pero voy a hacer todo lo posible porque no se impongan a otros aprovechando su debilidad o abusando de su autoridad.
¿Qué puedo decirle a un entrevistador sobre mí? Que quiero hacer cardiología en su departamento. Que me gusta la Medicina porque me hace conocer todo lo humano; que no conozco otra plataforma para alcanzar de una manera tan completa la experiencia de personas reales que viven día a día con glorias y miserias. Que la cardiología me hizo rabiar cuando la conocí por primera vez pero que su lógica me cautivó de una manera tan irrevocable que ahora me confieso enamorada de ella.
¿Ustedes creen que me contratarían o que me interconsultarían a psiquiatría?
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